No pretendo nada más que la verdad (e incluso podría hablar de la obviedad), pero no pretendo siquiera que me importe. No pretendo que me importe, porque no puedo pretender que me importe algo que no me importa.
Seguimos bajo la misma estupidez que me hizo desencantarme, y así y todo, no eres capaz de ver lo estúpido que es insultar a alguien, creyendo que tiene tus propios defectos. En fin. La vida en sí es una ironía.
Desconfiando para que no rompan una fidelidad que no aporta ni una caricia, se pierde el afecto. Creyendo que tus palabras tienen que sonar más fuertes que los demás, lo único que hace el mundo es ignorarlas.
Y con esto podría estar generalizando, perfectamente.
Sigo aquí, expectante, en el sarcasmo de la existencia, esperando algún fenómeno sobrenatural.
[...]
La vida, a ratos, es aburrida.
I don't know why you
Think you're always right and never wrong,
But I know why you're gone!
Pride.
No hay comentarios:
Publicar un comentario