domingo, 10 de febrero de 2013

Silencio muerto

Me gustaría tenerme enfrente algún día para darme un bofetazo.

Todos sabemos, porque todo el mundo lo dice, porque todos lo repiten, lo escriben y no es nada nuevo, que de los errores se aprende. Debo de ser de otro planeta.

¿Qué buscaba cambiar?
Tal vez, mis prejuicios.
¿Acaso espero cambiar al mundo yendo al infierno?

¿Acaso espero cambiar mis errores escribiendo una entrada de blog? Pues tiempo, retrocede, pues quisiera que el único disfraz que ayer hubiese llevado fuese el de mejicano. ¿Fui el único mejicano con máscara?

Mi única paz fue el limbo; no era tan fácil subir al cielo sin ayuda, y aunque no costaba escapar del infierno, no sé decir ahora mismo si era mejor haber seguido ardiendo junto a un infierno que no podía comprender, o la fría soledad de tu ausencia.

Cambio y (me) corto.
(Es un juego de palabras; no lo toméis al pie de la letra).



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