jueves, 19 de mayo de 2011

¡Murphy existe! (Y no Eddie)

Semanas. ¡Coño, y meses!

Semanas llevo sin dormir más de 3 días bien. (Sin contar vacaciones de Pascua, que fueron un gustazo)
Me decido.

Doce de la noche. Estoy apunto de apagar el ordenador mientras jugueteo con unas opciones ocultas de mi teléfono móvil. Pero una me atrajo la atención. Una que estaba en nivel "bajo". Lo pongo en alto.
Se reinicia el móvil. No se enciende.

¡GENIAL!


En resumen. Me acosté a la 1:30, como de costumbre, configurando de nuevo el dichoso móvil, ya que lo necesitaba para el día siguiente. Me levanto con 5 horas y media de sueño. Típico de mí.
De puta madre.

[ . . . ]

Aunque, la verdad, este día no ha sido como ayer. Ha sido más bonito. Me gustan los días muy nublados y con un poquito de llovizna. Me hubiese quedado todo el día dando vueltas por Gandía.


Moraleja: Aunque las consecuencias de algo te jodan, aprendre a disfrutar al día siguiente como si nada hubiese pasado.

Moralejas con insultos, madre mía...

2 comentarios:

  1. Aunque a todos nos gusten los días de verano (¡vacaciones! xD), los días nublados son geniales, como que tienen una magía nostálgica y mucho misterio ^^

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  2. A mí, la verdad, los días de verano no me acaban de apañar. Desde peque que soy bastante sensible a la luz, y me gusta ver un día nublado en el que pueda mirar al cielo sin que me duela.

    Y no sé, el Sol está muy visto. Cuando fuí a París de viaje, casi siempre estaba nublado o lloviendo. Que pasada. ^^

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