lunes, 30 de julio de 2012

Acorde bipolar

¿Es peor no saber como comenzar, o no saber como se va a acabar?
Que importa. Hoy es otra de esas noches solitarias.

Está claro que no todos los días podré tener un beso de buenas noches; nunca lo tuve tantos días.
La única pega es que antes aparentaba que podría tenerlos así algún día.

Sigo pensando que se echan de menos más los gestos que a las personas, porque los abrazos acaban llenando estos días de verano tan extraños, tan... libres. Tal vez sea porque hoy no he tenido oportunidad de abrazar a nadie, quien sabe. Tal vez sea porque The Smashing Pumpkins me hace sentir melancólico; siempre me ha hecho sentir así, y en parte, me encanta.

Tal vez sea porque hay situaciones que me hagan recordar buenos momentos, que aún no he logrado vivir con nadie más. Tal vez sea porque eche de menos que acabe todo bien, al final. Y vuelva a acabar mal, para luego volver a acabar bien.

Tal vez echo de menos aquellas falsas palabras: Te quiero. Porque me hacían sentir querido de verdad.
Y no fuiste la última persona que me lo dijo, pero tal vez resultaba diferente de tus labios. O tal vez alguien ya ha conseguido llenarme alguna noche con ellas.

Siguiendo la costumbre de estas noches solitarias, varío mi ánimo a ritmo de un acorde bipolar, cambiando mi tercera mayor  por la menor, y esta por otra mayor, y así.

Y la soledad no es mala, no, pero acaba siendo monótona.

[...]

Como de costumbre, no importa ya. Tal vez.




Llego a un punto en el que la ambigüedad se hace divertida.
Crashing down again

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